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lunes, 21 de junio de 2010

creando una web


Antes de comenzar con un proyecto web, tenemos que tener en claro muchos
factores que se encierran en un solo concepto: la definición de los objetivos del
sitio y la forma de cumplirlos.
Lo mejor será establecer la meta central con la que debe cumplir el sitio respecto de
los usuarios, y de allí en más, incorporar nuevos objetivos complementarios o secundarios.
Es muy importante tener estos fines en claro y registrarlos, es decir, escribirlos.
Una manera sencilla de descubrir adecuadamente los objetivos de un sitio es definir
las características, visiones y necesidades particulares de la empresa o del
usuario propietario y/o administrador.
Una vez hecho esto, debemos tener en cuenta que el principal objetivo de cualquier
sitio es tener relevancia dentro de Internet. Como no es lógico ni recomendable instalar
sitios web sin ningún propósito, será importante tener cierta importancia y presencia
dentro de la Web con respecto a nuestros actuales o futuros competidores o
sitios similares. Esto podremos lograrlo incluyendo siempre información actualizada,
una buena organización e interactividad con el usuario. Otro factor fundamental para
establecer los objetivos del sitio será definir el target, es decir, la audiencia a la que
se dirige su contenido. Este proceso no será sencillo, pero al lograr todos estos puntos,
ya estaremos listos para centrarnos en el contenido de nuestras páginas.
Definir contenidos
Una vez que tengamos establecidos los objetivos y destinatarios del sitio, así como
las necesidades del propietario, no nos será muy difícil definir los contenidos
y la estructura de las páginas que compondrán nuestro sitio.
Para esto, lo más frecuente es desarrollar un mapa de contenidos, definiendo primero
factores fundamentales. Lo más lógico será realizar una serie de preguntas
(que surjan de la etapa de objetivos y target) a personas que conozcan bien al propietario
o patrocinador del sitio, tales como: “¿Qué significa el nombre?”, “¿Qué
área le gustaría encontrar en el sitio?”, “¿Qué tipo de contenido querría ver en cada área?”. Con las respuestas obtenidas podremos realizar las modificaciones necesarias,
comprobando aciertos y errores en las decisiones y planes establecidos.
Dentro de los contenidos básicos de sitios de empresas e instituciones podemos
encontrar secciones como mapa del sitio, formularios de contacto, información
personal o institucional, novedades, buscador interno, áreas para usuarios registrados,
servicios y productos, ayuda, historia, etc.
Para definir el tipo de contenido que incorporaremos a nuestro sitio web, será
también muy importante realizar un análisis exhaustivo y profundo sobre sitios
de similares características, es decir, destinados a una audiencia semejante y
con objetivos similares. La comparación e incorporación de nuevas ideas será
fundamental. Finalmente, estaremos listos para pensar en estructurar nuestras
ideas, es decir, darle forma y diseño a todo lo planteado.
Será de vital importancia realizar un esquema en papel o de forma digital (diagrama
o diseño en programas de ilustración) de la estructura de cada página y
sección de nuestro sitio. Luego se puede empezar a definir el aspecto visual (colores,
imagen corporativa, estilo de fuente, títulos, encabezados, botones, menús,
orientación de los textos y de las imágenes, logotipo, elementos multimedia,
etc.). Será también conveniente aclarar todas las interacciones y sus resultados
en forma de notas y también gráficamente (como los formularios, los registros
de usuarios, los links, las descargas, etc.).
Una vez que tenemos desarrollados estos bocetos, contamos con las herramientas
necesarias para poder iniciar la etapa de creación práctica del sitio, proceso
que comenzaremos a ver a partir del siguiente capítulo.

La dirección artística
Para mejorar el diseño y todos los aspectos visuales de un sitio, una gran idea es
comenzar por la dirección artística. Para eso, primero conoceremos los conceptos
básicos de un director de arte, aprendiendo la manera en que los criterios de una
correcta dirección artística pueden crear y dar forma a una experiencia e interacción
muy atractiva y funcional para el usuario.
En nuestra futura función de diseñador y desarrollador de sitios web, los elementos
y componentes esenciales, pero individuales, formarán parte de un todo, es decir,
de una página con un criterio determinado. Pero antes que nada, cumpliendo con
los procedimientos de director de arte, tenemos como objetivo unificar todas estas
partes para lograr los máximos resultados y los mejores efectos y percepciones del
usuario. En definitiva, los conceptos que explicamos aquí no pretenden más que enseñar
la técnica que utiliza un director de arte para relacionarla con el diseño web
y analizar de qué manera puede influir esto en el efecto global de un sitio.
El factor más importante de la dirección artística es el concepto. Y por cierto, el
talento es fundamental en el momento de desarrollar ideas, que serán las que
movilizarán las estructuras de un sitio y le darán vida. Las ideas son parte integrante
de un proceso creativo, y será nuestro primer objetivo descubrir cuál es y
de qué manera se desarrolla el nuestro.
Otro punto importante es la motivación y la estimulación de esas ideas. Para comenzar,
debemos decir que cualquier idea, hasta la más alocada, puede tener un
gran efecto sobre la experiencia del usuario, por lo que será importantísimo exponer
la totalidad de las ideas surgidas, tanto desde el entorno creativo como por
parte del cliente. Un plan muy efectivo para la exposición y selección de ideas
creativas es organizarlas en una hoja de papel. Normalmente se toma una hoja y
se coloca el objetivo del sitio, y luego se formulan 20 ideas principales como posibles
futuras soluciones. Para ello deberemos tener en cuenta algunos ítems de
relevancia. Lo primero será no censurarse, ya que cualquier idea es bienvenida en
este proceso. También será fundamental escribir las ideas de forma rápida y resumida
pero sin olvidar sus puntos clave. También es útil utilizar recursos gráficos
como ejemplo para entender mejor las ideas, pero sin ponerse a diseñar. Luego
de estos pasos básicos, podemos pasar a la selección de ideas creativas, donde debemos analizar y elegir las dos o tres ideas que más nos convencen y concuerdan
con el objetivo propuesto, para trabajarlas poco a poco. Esto ya nos permitirá
pensar en el diseño, los colores, las tipografías, etc.
Luego llegará el momento de presentar la idea seleccionada, que deberá ser aprobada
por el propietario del sitio. A partir de entonces, se comienza con la etapa
de producción, en la que será necesario mantener un contacto directo con el
cliente y con todo el equipo que esté trabajando con nosotros en el proyecto
(creativos, diseñadores, programadores, etc.).

EL LENGUAJE WEB: HTML
El HTML no es un lenguaje que resulte demasiado complicado; un usuario principiante
puede comprender, y hasta programar, páginas web mediante este código
sin ningún tipo de inconvenientes.
Bastará con contar con un editor simple de texto para desarrollar el código, como
puede ser Word de la suite Office, WordPad o el simple Bloc de notas de Windows.
Tomemos como ejemplo esta última aplicación, que será la que resultará más sencilla
de manejar para todo tipo de nivel de usuario.
Lo básico y necesario a la hora de crear una página web escribiendo manualmente
su codificación será abrir la aplicación con un nuevo documento de texto, desarrollar
el contenido del código y almacenar este archivo en nuestro disco duro,
reemplazando el formato de texto (TXT en el bloc de notas), por un formato
de hipertexto, como HTML o HTM. Una vez que hayamos guardado nuestra
página con esta extensión, simplemente bastará con ejecutar el archivo en
nuestro navegador para observar los resultados.
Vamos a analizar una página HTML básica según su código. Tengamos en cuenta
que por ahora sólo veremos los componentes fundamentales del código (texto,
imágenes y enlaces). Los componentes y comandos complementarios, así como
algunos más avanzados, los analizaremos en capítulos posteriores, cuando
veamos el manejo de software específico para este tipo de tareas.

¿Qué son los tags?
Primero debemos establecer que el código HTML se maneja mediante diversos
tags (también denominados etiquetas), es decir, instrucciones que corresponden
a determinado elemento que se va a mostrar o ejecutar dentro de la página. Los
tags tienen un nombre específico para cada acción y elemento de la página, y se
encierran entre los signos <>.
Cada vez que queremos dar una instrucción, ésta comenzará con un tag y finalizará
con su tag correlativo. El tag que finaliza una instrucción llevará el símbolo / dentro.
Tomemos el ejemplo de un párrafo, donde el tag que le corresponde es P. Así
es que, para iniciar un párrafo de texto tendremos que colocar el tag , luego escribiremos
el texto que deseamos que contenga ese párrafo, y una vez que está finalizado,
cerramos la instrucción con el tag de cierre correspondiente, es decir .
También para cada tag existen diferentes modificadores que se encierran dentro de
esos signos <> del tag de inicio y que van luego del nombre del tag. Por ejemplo,
un modificador del tag es el comando ALIGN=alineación, donde alineación puede
ser LEFT (izquierda), RIGHT (derecha), CENTER (centrado) o JUSTIFY (justificado
o completo). Este modificador nos permite indicar la alineación que tendrán los caracteres
del párrafo. Por ejemplo, si queremos centrar el texto del párrafo, su sintaxis
quedaría de la siguiente forma: texto del párrafo .

Tags básicos
Con respecto a la clasificación básica de los tags, observemos lo siguiente: primero,
para que el código sea interpretado correctamente por el navegador, debemos indicarle
a éste en el código que el documento que está mostrando es una página web
con código HTML, por lo que siempre comenzaremos el desarrollo de una página
con el tag y la finalizaremos con su tag de cierre correspondiente, o sea,
(este cierre va luego de todo el contenido de código de la página).
Dentro de todo este código, podemos definir dos áreas claras que determinan los
sectores más importantes de la página: el encabezado y el cuerpo. La primera sección
se iniciará con el tag y concluirá con , y comprenderá elementos
como el título de la página (que se mostrará en la barra de títulos de navegador)
y los scripts y comandos correspondientes a los que se haga referencia en cualquier
parte del cuerpo de la página. El título de la página se establecerá con los tags , obviamente dentro de los tags y .
Por otro lado, luego de finalizar con el tag , nos encontramos con el cuerpo
de la página, que se comprenderá entre el tag de inicio y el de cierre
. Es entre estas dos etiquetas donde desarrollaremos todo el contenido de
la página insertando texto, dándole formato, incrustando imágenes, tablas, elementos
multimedia, links y todos los componentes que deseamos que se muestren
en el navegador, como también la configuración de sus propiedades.

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